Cuando el gerente de una entidad financiera habla del gran costo de oportunidad de invertir en Chile y lo atribuye a varios factores negativos, es para preocpuarse.
En detalle:
1. La crisis energética, con el alto precio del petróleo, la sequía y los crecientes costos del gas argentino,
2. La desaceleración del consumo interno,
3. Los problemas sanitarios de la industria del salmón,
4. Los problemas laborales de las industrias de alimentos, y,
5. El ambiente político falto de gobernabilidad, políticas claras, pero con abundantes contradicciones.
Así, no resulta de extrañar que los destinos de inversiones sean países pujantes, como Brasil o el Asia emergente.
La opinión de Andrés Pesce, gerente de productos e inversiones de Skandia.
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