domingo, 29 de julio de 2007

¿Se mareó la whizquierda?


Me faltaba tiempo para escribir de estos asuntos. Y como de todas formas no tengo tiempo, elegí priorizar escribir.

En fin, el tema es relevante, pues ya vienen las elecciones, y con ellas, todas las transformaciones potenciales. Pero además, se trata del Chile al cual estaremos regresando, en medio de campañas, veladas o declaradas.
La pregunta no es sólo si la crítica del diputado Egaña es extrapolable a la realidad chilena, hay otra más profunda y es acerca del fenómeno mismo de la Francia que elige al candidato de derecha (Nicolas Sarkozy, en la foto). ¿Es eso un giro? ¿Es un retorno a los principios y valores profundos que cimentaron la sociedad actual?
No es simple, pues todos los fuegos llevan un matiz asociado a su propia tendencia. Esto dificulta el análisis, pero pretender que fuera estrictamente objetivo es cándido. La sutileza de captar las verdades en todos los discursos y lograr una síntesis poderosa es clave para navegar en las aguas políticas, las que a veces carecen tanto del factor "técnico" que trae certezas a los colegas profesionales.
Sin embargo, Francia es un país digno de analizar, a la vanguardia en cambios sociales profundos y que inspira de alguna forma a nuestros líderes en el gobierno. Comenzando con la Revolución Francesa, hasta llegar a la prohibición del velo en las escuelas, el Estado-Benefactor tiene problemas no sólo con un enorme déficit fiscal. La exclusión y el racismo, el tema de la inmigración, los subisidios, la energía nuclear, y, muchos otros temas, permiten ver a este país como un pequeño gran laboratorio donde ya se han ensayado fórmulas de cambio y sus consecuencias.
Quienes ya lo han visitado, podrán decir mucho acerca del modo de los franceses, más allá de sus monumentos. Sería esperable una opinión en torno al camino que han seguido, sus analogías para Chile y sus diferencias... Porque las campañas aún no comienzan (oficialmente) y estamos a tiempo de instalar los temas en la "agenda".


El artículo que dió origen es este post de El Sur.

4 comentarios:

CY dijo...

Estimado, me parece adecuado el tema. Una observación, sería muy aclaratorio para aquellos que ven el post ver bajo la foto de Sarkozy el nombre, de otro modo lo confunden con la whizquierda que mencionas.

Tuve la oportunidad de leer el discurso de Sarkozy cuando asume, el que aprovecho dde comaprtir contigo y todos los que visitan el foro. No tengo más palabras que decir salvo que el tipo es tan valiente que es capaz de decir lo que todos piensan:

Discurso del recién elegido presidente de Francia

Hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. El pensamiento único es el del que lo sabe todo, y que condena la política mientras la practica.

No vamos a permitir mercantilizar el mundo en el que no quede lugar para la cultura: desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos habían impuesto el relativismo. La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.

Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente.
Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado.
Que no había nada sagrado, nada admirable. Era el eslogan de mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: ``VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS´´.
Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo.

Asesinaron los escrúpulos y la ética
Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor.
Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía.
Le ha tomado el gusto al poder.
La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral.
Voy a rehabilitar el trabajo.

Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase:
'SE HA ABIERTO UNA FOSA ENTRE LA POLICIA Y LA JUVENTUD':
Los vándalos son buenos y la Policía es mala.

Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente, inocente.
Defienden los servicios públicos, pero jamás usan un transporte colectivo.
Aman tanto la escuela pública, pero sus hijos estudian en colegios privados.
Dicen adorar la periferia y jamás viven en ella.
Firman peticiones cuando se expulsa a algún okupa, pero no aceptan que se instalen en su casa.

Esa izquierda que desde mayo del 68 ha renunciado al mérito y al esfuerzo, que atiza el odio a la familia, a la sociedad y a la República.
Esto no puede ser perpetuado en un país como Francia y por eso estoy aquí.

No podemos inventar impuestos para estimular al que cobra del Estado sin trabajar.
Quiero crear una ciudadanía de DEBERES.
Primero los DEBERES, luego los DERECHOS.

Discurso de Sarkozy al asumir en Francia

Felipe Sabando Del Castillo dijo...

Estimado, agradezco la observación, fue editado el post ;)
Sin duda el discurso de Sarkozy resulta atípico, ¿pero cuánto de él lo llevo a la victoria? ¿Y cuánto de él podría generar un cambio en Chile?
O sea, ¿es el debate que debemos generar?
Gracias por el aporte, FS.

CY dijo...

Me gustaría aportar esta noticia que se publicó hoy en Terra
http://www.terra.cl/noticias/index.cfm?id_cat=1675&id_reg=825883

En ella Piñera explicita su renuncia a los directorios donde participa y vemos como la concertación no es capaz de aceptar esta acción por lo que es, se inventan historias para explicar lo que no es dicha acción y le eigen "mas de lo que nunca se le exigio a alguien que postulase a presidente".

Me gustaría creer que sus resquemores son fundados pero no puedo encontrar evidencia de eso en sus discursos. slds

CY

Felipe Sabando Del Castillo dijo...

En este tema aparece fuertemente la contienda presidencial y varias incongruencias del mundo político.
Sin embargo, subyace un tema profundo de apreciación de la sociedad y es qué significa ser empresario. Uno forzosamente llega a cuestionarse si el empresario es "bueno" o "malo", condiciones que la moralidad está dada más bien por la persona que por la actividad que realiza (esto podemos discutirlo largamente en éste u otros casos). Mientras en otras culturas se les ve como personas de logros, acá se divide y polariza su valor social. El del candidato es un caso, pero para la sociedad completa pudiera ser una traba al desarrollo.